viernes, 30 de noviembre de 2012

La Leyenda del Tails Doll

Como sabemos, desde 1989 hubo paz y tranquilidad por mucho tiempo, pero un día algo cambió las cosas completamente, la compañía SEGA, creador de sonic, creó un juego muy distinto y novedoso para esa época, creó un juego llamado SONIC R, un juego basado en carreras de tercera dimensión ya no en segunda dimensión (tercera dimensión significa un juego que tiene tres dimensiones: frente, izquierda, derecha), ese juego era muy atractivo por su modo game play, era divertido para niños hasta adultos, era un lanzamiento de Sonic a la fama pero no todo fue hermoso, a los días la gente empezó a asustarse, ya que en el juego había bastantes personajes por desbloquear pero en uno de esos casilleros había un personaje llamado Tails Doll, un peluche de el personaje Tails, empezaron a creer que ese era el TD por su forma, el Tails Doll tenía unas cosidas muy feas, tenía forma de osito, aunque fuera un zorro, su tamaño era igual al del TD pero lo más escalofriante era que el Tails Doll tenía una antena con un rombo al final de color rojo, eso bastó para que la gente se asustara completamente, casi toda la gente denunció a SEGA por la creación de ese personaje, la compañía decía que eso era pura coincidencia pero aún así fueron culpables de los cargos y perdieron casi todo el dinero y ganancias obtenidos, por eso SEGA ya no haces consolas. La gente pensaron que todo volvió a la normalidad pero no fue así, a fines de 1998 ocurre una masacre pero esta masacre era de un agente de el gobierno, cuando fueron a ver el cuerpo, se dieron cuenta que en el pecho decía: “Gracias a ustedes por su temor a mi y por SEGA yo he regresado excepto por una cosa, mi cuerpo, ahora seré el TAILS DOLL”, la gente supo de una la noticia y volvió de nuevo al pánico pero por más de cinco meses no pasaba nada sobrenatural, tanto así que la gente dejó de tener miedo a el Tails Doll y poco a poco, todo volvió a la normalidad, pero lo ultimo que se vio de este demonio y que declaro la quiebra total de Sega, fue la muerte de un niño inocente que jugaba el Sonic R una madre encontró a su hijo muerto mientras estaba jugando en su consola Sega Saturn "Sonic R". La madre al hacer su declaración dijo que el niño se lo pasaba mucho tiempo jugando a su consola, y que esta obsesionado con sacar un "muñeco" o algo así, cuando lo llamó por tercera vez para ir a cenar en la tarde del "dia de acción de gracias", el niño no respondía y le pareció extraño, porque habian venido sus abuelos a cenar (como cada año) y él siempre los trataba como reyes (porque siempre le traian regalos). La madre fué a verlo al segundo piso y declaró que tocó insistentemente la puerta, pero el niño no respondía, al entrar lo encontró con los labios azules y las pupilas dilatadas y espuma en la boca. Lo peor (segúnseñala) es que el niño estaba boca arriba con la vista perdida en el techo, y de la TV se repetia una y otra vez una canción que decía: "Can you feel de sunshine?" (Puedes sentir el brillo del sol?). Según los informes de LAPD (Los Angeles Police Department) el niño murió asfixiado mientras sufría un ataque epileptico, lo cual fué bastante raro, ya que no había antecedentes familiares de la enfermedad. Asumieron que el niño se emocionó demasiado y sufrió de espasmos, lo que lo asustó al grado de no poder respirar. El mito surgió cuando la familia, luego del funeral, decidió donar sus cosas (cosa común en las familias Estado Unidenses), pero regalaron la consola a el mejor amigo del niño, quién se puso a curiosear y jugar. La Sega Saturn venía con el último CD que jugó el niño, "Sonic R", al probarlo, vió que lo último que habia hecho (según la memoria del juego) fué desbloquear a Tails Doll. Esto fué posteado por "IRon7HuMB" (el amigo del niño que murió) en un foro, y luego se extendió el rumor del "juego maldito". Tanto fue el rumor que ya entonces pocos creian en el mito del Tails Doll
 
Milagrosamente, la gente ahora lo vé al Tails Doll como un mito de los más famosos en Norte América, hasta se dice que todo lo relacionado con el Tails Doll anteriormente era pura farsa aunque se han revelado unas masacres hechas muy pocas veces que como siempre dicen ser por el Tails Doll y la gente busca la verdad de esos casos, aunque el gobierno oculta algo porque cosas escalofriantes han pasado desde su ultima carta en 1998, ha habido muchas muertes de jóvenes y niños que sus asesinatos son espantosos y escalofriantes, ya que en algunos cuerpos encuentran una TD por hay, pero lo peor de todo es que supuestamente dicen que esos chicos mueren por pasar todo el juego SONIC R al 100% ahora hay nuevas matanzas relacionadas con ese juego aunque hay otras que misteriosamente no son por el juego pero se vé que son hechos por el demonio por su manera de torturar a la gente, en los casos los policías dicen con pretexto que esas muertes eran por suicidio, locos y asesinos pero se sospecha que ellos ocultan algo muy oscuro y que sabemos que algún día estará por revelarse. Así que ya sabes, si estás en cualquier país de Norteamérica nunca andes solo si encuentras  en las calles manchitas de sangres, marcas de TD y sombras que reflejan una luz roja... 

martes, 13 de noviembre de 2012

Luna Palida

En la última década y media se ha vuelto infinitamente más fácil obtener exactamente lo que se busca con sólo un par de tecleos. Internet ha simplificado demasiado el uso de un ordenador para cambiar la realidad. Un vergel de información está a sólo un motor de búsqueda de distancia, hasta el punto de que es difícil imaginar una vida diferente.

Sin embargo, hace una generación, cuando las palabras Streaming y Torrent no tenían sentido salvo en conversaciones sobre agua, la gente se veía cara a cara para formar grupos de intercambio de software, cambiando aplicaciones y juegos en diskettes de 5″1/4.

Por supuesto, la mayoría de encuentros eran un medio para que los individuos hicieran intercambios frugales entre ellos de juegos como King’s Quest o Maniac Mansion. Sin embargo, una serie de talentos nacientes de la programación diseñaron juegos para distribuirlos entre sus círculos de contactos, que a su vez los irían pasando hasta que, si era lo bastante divertido y estaba bien diseñado, un juego independiente acababa encontrando un lugar en las colecciones de aficionados de todo el país. Pensad en ello como el equivalente a los videos virales en los años 80.

Luna Pálida, por otra parte, nunca salió del área de la bahía de San Francisco. Todas las copias conocidas se han perdido hace tiempo, todos los ordenadores que lo ejecutaron se encuentran enterrados bajo capas de basura y poliestireno. Este hecho se atribuye a un número de abstrusas decisiones de diseño tomadas por su programador.

Luna Pálida era una aventura textual al estilo de Zork and the Lurking horror, en una época en la que este género estaba quedando pasado de moda. Una vez ejecutado el programa, el jugador se encontraba con una pantalla completamente vacía, con la excepción del texto:

- Estás en una habitación oscura. El brillo de la luna entra por la ventana.

- Hay ORO en la esquina, junto a una PALA y una CUERDA.

- Hay una PUERTA al ESTE.

- ¿Comandos?

Así empezaba el juego que el escritor de un fanzine perdido hace tiempo describía como “enigmático, sin sentido y completamente injugable” Los únicos comandos que el juego aceptaría eran COGER ORO, COGER PALA, COGER CUERDA y IR ESTE, y el jugador se encontraba después con lo siguiente:

- Cosecha tu recompensa

-LUNA PÁLIDA TE SONRÍE

- Estás en el bosque. Hay caminos al ESTE, NORTE y OESTE

- ¿Comandos?

Lo que enfureció rápidamente a los pocos que lo jugaron era la naturaleza confusa y llena de fallos de la segunda pantalla – sólo una de las direcciones era la correcta. Por ejemplo, en esta ocasión, un comando para ir a cualquier dirección que no fuera NORTE llevaría al bloqueo del sistema, obligando a reiniciar el ordenador entero.

Más allá, las pantallas subsiguientes parecían limitarse a repetir el texto, con la única diferencia de las direcciones disponibles. Peor aún, los comandos habituales de las aventuras textuales parecían ser inútiles. El único comando no relacionado con el movimiento aceptado era USAR ORO, lo que provocaba que el juego mostrara el siguiente mensaje:

- Aquí no.

USAR PALA, lo que mostraba:

- Ahora no.

Y USAR CUERDA, que escribía:

- Ya has usado eso.

La mayoría de los que lo jugaron superaban un par de pantallas antes de hartarse de reiniciar su ordenador y tiraban el disco por ahí, describiendo la experiencia como una farsa chapuceramente programada. Sin embargo, hay una verdad universal sobre los ordenadores, sin importar la época: Algunos de sus usuarios tienen demasiado tiempo libre en sus manos.

Un joven llamado Michael Nevins decidió ver si había más en Luna Pálida de lo que se veía a simpe vista. Cinco horas y treinta y tres pantallas superadas a base de ensayo y error y desenchufes después, finalmente consiguió llegar a una pantalla que mostraba un texto diferente:

- LUNA PÁLIDA SONRÍE AMPLIAMENTE

- No hay caminos

- LUNA PÁLIDA SONRÍE AMPLIAMENTE

- El suelo es blando

- LUNA PÁLIDA SONRÍE AMPLIAMENTE

- Aquí

- ¿Comandos?

Pasó otra hora hasta que Nevins dio con la combinación de comandos correcta que le permitió avanzar aún más; CAVAR HOYO, TIRAR ORO y LLENAR HOYO. Esto hizo que la pantalla mostrara:         

—— 40.24248 ——

—— -121.4434 —— 

Momento en el que el juego dejó de aceptar comandos, obligando a reiniciar el ordenador una vez más.

Después de mucha deliberación, Nevins llegó a la conclusión de que los números hacían referencia a líneas de latitud y longitud – las coordenadas llevaban a un punto en el bosque salvaje que dominaba el cercano Parque Volcánico Lassen. Ya que poseía mucho más tiempo libre que sentido común, Nevins estaba deseando ver a Luna Pálida por su final.

Al día siguiente, armado con un mapa, una brújula y una pala, navegó por los caminos del parque, observando impresionado que cada giro correspondía con los que había tomado en el juego. Pese a que al principio se arrepintió de cargar con la herramienta de cavar, la similitud del camino no hizo más que confirmar que su viaje terminaría con él cara a cara con el tesoro enterrado del excéntrico programador.

Sin aliento después de la complicada lucha con las coordenadas, se encontró agradablemente sorprendido dando tumbos por un camino de polvo suelto. Cavando tan emocionadamente como él lo hacía, sería comprensible decir que se sorprendió mucho cuando sus pesados golpes desenterraron la cabeza en avanzado estado de descomposición de una niña de cabello rubio.

Nevin informó rápidamente a las autoridades. La chica fue identificada como Karen Paulsen, de 11 años, cuya desaparición fue denunciada un año y medio atrás al Departamento de Policía de San Diego.

Se llevó a cabo una investigación para encontrar al programador de Luna Pálida, pero el área gris y anónima en la que los círculos de intercambio de software operaban llevó irremediablemente a multitud de caminos sin salida.

Se sabe que los coleccionistas han ofrecido verdaderas fortunas por una copia de Luna Pálida.

El resto del cuerpo de Karen nunca fue encontrado.
 

sábado, 10 de noviembre de 2012

Conversacion Con El Diablo

Parece difícil, a la vista del nivel actual de nuestra civilización, representarse al Diablo de forma diferente a un monstruo negro, con ojos de brasa y pies hendidos, que disimula sus cuernos de macho cabrío bajo un sombrero rojo y su cola peluda en los calzones. Sin embargo, determinadas tribus supersticiosas del centro de África que, si se concede crédito a los relatos de los misioneros, lo veneran casi tanto como nosotros, le atribuyen un color blanco. Por lo que respecta a los partidarios de la secta de Sinto, en el Japón, están persuadidos de que este personaje adopta la forma del zorro y, curiosa coincidencia, los insulares de las islas Maldivas le sacrifican gallos y pollos. A decir verdad, todas esas opiniones son igualmente falsas. El Diablo no es sino un pobre hombre, de aspecto insignificante. Se parece a un profesor de la enseñanza libre tanto como a un empleado de obras públicas. Se le desearía incluso un aspeco más digno, al menos acorde con las tendencias políticas de las últimas generaciones.

La primera vez que me encontré con él, fue en París y a toda ley. Él bebía un café solo sobre un mostrador de un bar del muelle de la Tournelle, hacia las once de la noche. Estábamos los dos algo bebidos. Recuerdo, no obstante, que el fonógrafo del establecimiento tocaba en aquel preciso momento «El despertar del negro» al banjo. El Demonio me propuso en un primer momento una partida de ese juego de azar, derivado del zanzíbar, vulgarmente conocido como «ano» porque sólo cuentan los ases. La rechacé, conocedor de la grotesca fama que este juego tiene en numerosos círculos y casinos de la zona costera. Entonces me propuso muy educadamente que le hiciera compañía por el muelle hasta que sonara la primera campanada de medianoche, instante en el que Él retoma su servicio. Dimos algunos pasos en silencio. Luego, como era de prever, Él intentó ejercer sobre mí distintos tipos de seducción, con el objetivo de apropiarse de mi alma inmortal a poca costa.

—¿Quiere hacerse invisible? —insinuó en voz baja con el tono que los parisinos adoptan habitualmente para venderle tarjetas transparentes a los ingleses en el atrio de Notre-Dame—. Pues bien: póngase bajo el brazo el corazón de un murciélago, el de una gallina negra, o mejor aún, el de una rana de quince meses. Pero es más eficaz robar un gato negro, comprar un puchero nuevo, un espejo, un encendedor, una piedra de ágata, carbón y yesca...

Yo no estaba de humor como para permitir que me siguiera recitando el Petit-Albert o Las Clavículas de Salomón, obras pasadas de moda cuya lectura abandoné hace ya mucho tiempo.

—Creo —repliqué— que en nuestra época de progresos sociales y económicos, su ciencia lleva algo de retraso. La señorita Irma (¿no fue ella mi primera amante cuando leía el futuro en los posos del café no lejos de la estación Réamur-Sébastopol del metropolitano?) sabía tanto como usted sobre esta cuestión. Valiéndose de una simple mesa giratoria de caoba chapeada, hasta me procuró una conversación particular con el general Boulanger. En aquellos momentos yo deseaba librarme del servicio militar.
—Mi arte es eterno, hijo mío —prosiguió el Diablo— y sus preceptos son siempre útiles. Pero me doy cuenta de que, aunque escéptico y viciado por el espíritu del siglo, usted posee bastante instrucción. Con mucho gusto lo incluiría en el número de los intelectuales.
Estas palabras, que me adularon, me indujeron a pensar que mi compañero buscaba en esta ocasión atraerme hacia el pecado de soberbia.
—Si tiene interés en que sigamos siendo amigos —le dije finalmente— no intente utilizar astucias conmigo. ¿Quiere mi alma? Muy bien, se la cederé en lo que vale. Pero deje de darme con el codo cada vez que nos cruzamos por el acerado con una de esas impuras criaturas que la miseria ha reducido a formar parte de su clientela. Sólo le pediré a cambio de lo que desea de mí, una cosa: que me distraiga. ¿Sabe una cosa, Diablo? me aburro tanto como un hombre puede hacerlo sobre este planeta. Como suele decirse, estoy hastiado. Los crímenes pasionales de nuestros grandes diarios ya no me interesan; además los asesinos terminan todos por ser atrapados; la manilla, los cientos o el juego de la rana carecen de misterio para mí. Los beneficios de la gimnasia sueca o el resultado del gran premio de ciclismo ya no bastan para satisfacer mis aspiraciones de ideal. Quisiera que usted me ofreciera un espectáculo capaz de procurarme entusiasmo durante sólo diez minutos. Mire, por ejemplo, haga surgir por detrás de la Halle-au-Vin una aurora boreal. Desencadene algún cataclismo inédito, haga sonar solas las campanas de Notre-Dame o elevarse hacia el cielo como una flecha la torre Eiffel. Deje en libertad a las dos jirafas del Jardín de Plantas, luego despierte a los muertos del cementerio del Père-Lachaise y condúzcalos en orden, por rango de edad y distinción, a través de los bulevares hasta la Concordia. Déle por lo menos un volcán a Montmartre y un geiser al estanque del Luxemburgo. Si hace usted eso renuncio para siempre a mi parte de vida eterna en el seno de Abraham. ¡Algo imprevisto, algo imprevisto! ¡Por falta de algo imprevisto perecemos todos desde que comenzó la era cuaternaria!

—Hijo mío —me contestó entonces el Diablo con indulgencia— piense que en París y su extrarradio existen tres millones de habitantes. Si atendiera su deseo de hacer algo maravilloso, vería de inmediato que dos millones y medio de ellos se convertirían a diversas religiones (y supongo, que unas 500.000 personas de espíritu débil, se morirían de susto en el acto). En consecuencia, la pérdida que tendría que registrar a cambio de conseguir sólo su alma, aún teniéndolo todo en consideración, sería una adquisición bastante mediocre. Pero, puesto que me pone entre la espada y la pared, dése la vuelta y mire.

Mientras hablaba, el Diablo desapareció sin expandir, en contra de lo previsto, el menor olor a azufre. Obedecí su recomendación y el espectáculo que se ofreció a mi vista me dejó estupefacto. Había... había dos lunas en el cielo. Dos lunas, dos lunas iguales se erguían juntas en el horizonte. Era, hay que admitirlo, más de lo necesario para una noche de verano, ya de por sí bastante poética. Pensaba en el pretexto suficiente que me procuraría este acontecimiento sin precedentes para faltar a mi despacho a la mañana siguiente, cuando un pequeño detalle me llamó la atención: La primera de las dos lunas marcaba exactamente las doce de la noche. No era sino la esfera luminosa del reloj de la estación de Lyon... He aquí como, una noche de borrachera, vendí mi alma al diablo por un reloj...

viernes, 2 de noviembre de 2012

La Fabrica De Muñecas

Hace ya unos 6 años entre en la Universidad. Como es normal, al poco tiempo me hice de un grupo de amigos que se convirtieron, en su mayoría, en mis mejores amigos, y con los que actualmente sigo estudiando, o al menos en contacto.

Poco después de terminar el primer semestre, obviamente habíamos reprobado la mayoría de las asignaturas. Pero como broma y recompensa a nuestros “esfuerzos” decidimos irnos a la playa nuestro grupo y mi hermana Andrea y 2 amigas de ella. Durante esa semana que estuvimos allí, llovió varios días, lo que nos obligaba a quedarnos en el apartamento y solo ver películas, de las cuales destacaban las de terror o suspenso, ya que tanto yo como mi hermana somos fanáticos de estos géneros. Ya al tercer día habíamos terminado de ver todas las películas interesantes, así que al final nos pusimos a contar historias de terror, las cuales al final terminaban dando risa por distintas razones, hasta que Alejandro decidió contarnos que hace poco había recibido un e-mail que supuestamente había redactado una muñeca, de esas de porcelana que por alguna razón siempre me han asustado, la cuestión es que dijo que aun tenia el correo por que le pareció gracioso era una de esas famosas cadenas maldición. El tema no paso a mayores y buscamos la manera de disfrutar lo que nos quedaban de vacaciones.

Ya cuando empezamos el segundo semestre, el tema había sido olvidado completamente, hasta que, un domingo revisando el correo encuentro un e-mail de Alejandro, era el ya olvidado correo de las muñecas, fue un tanto cómico realmente, hablaba de 7 muñecas hermanas y que estas estaban buscando a alguien que las cuidara, que si no tenias el tiempo para hacerlo, le renviaras el correo a 7 amigos para ver si alguno de ellos quería cuidar a alguna de ellas, si decidías no enviarlos, una de ellas te visitaría en 7 días esperando encontrar cobijo en tu casa, que si no la recibías bajo tu techo, te atormentarían por negarle refugio. Al final había unas cuantas palabras de mi amigo diciendo que era real y bueno palabras para mí y para a quienes se las habían enviado. Al final, como hago con todas las cadenas borre el correo y me olvide del asunto.

Al día siguiente Alejandro me conto que, había tenido días recibiendo llamadas a su celular diciéndole que preparara un lugar especial, pues Alysa lo visitaría, que al principio lo tomo como una broma, hasta que el sábado, las llamadas se pusieron peores, al principio lo llamaban una ves cada día, pero ese sábado lo llamaron 1 ves cada hora, diciéndole algo así como

Cuando el lapso se cumplió tocaron la puerta de su casa y al abrirla vio una pequeña caja con una muñeca dentro. Alejandro, supuestamente asustado cerro la puerta y se fue a dormir. Al día siguiente ni rastro de su muñeca, pero una noticia le hizo recordar a Alysa. El perro de su madre, que aunque estaba viejo gozaba de buena salud, había amanecido enfermo, le dio tiempo de llevarlo al veterinario que le dijo que ya era muy viejo y ya era su hora, decidieron ponerlo a dormir. Por alguna razón no podía quitarse la idea de que era culpa de la muñeca y que por eso decidió enviarnos el correo.

Paso cerca de una semana y nada extraño me había ocurrido, salvo algunos pequeños accidentes que le sucedieron a Alejandro, cosas estúpidas como sentarse en un banco mojado, o que lo asaltaran (cosa que es muy común en mi país). Hasta que el viernes choco su auto por suerte nada grave para el, pero el coche se dio como perdido. El por su parte seguía con la paja de que estaba maldito, que era Alysa y ese tipo de tonterías.

Cuando llego el domingo las cosas empezaron a ponerse raro, me llamaron al celular de un número privado, de esos que no te dejan ver el numero del que te llama, al atender una voz de niña me dijo:

-Gracias por invitarme, en 7 días llegare a tu casa, es Daphne.


Realmente me asuste, pero decidí no comentarle nada a mis amigos pensando que era una broma, pero las llamadas seguían llegando todos los días. Cuando por fin llego el domingo, las llamadas empeoraron como me había contado Alejandro. Ya a la última hora, recibía una llamada cada 10 minutos de la supuesta muñeca diciéndome que estaba por llegar que estaba por alguna zona conocida cerca de mi casa. Cuando el lapso se cumplió el timbre de mi casa sonó, al abrir la puerta y baje la vista allí estaba, la muñeca Daphne, en su pequeña caja de madera. He de confesar que en ese momento estaba ya bastante asustado, y por miedo o no se por qué razón, decidí tomar la caja y llevarla dentro de la casa.

Ya dentro de la casa, decidí sacar la muñeca para revisarla, por alguna extraña razón, quizás por que era exquisitamente detallada, no me dio miedo como suelen hacerlo las muñecas de este estilo, dentro de la caja tenia una pequeña placa dorada con su nombre “Daphne”, así como una pequeña silla plegable de madera, decidí ponerla en mi cuarto, para que ni mi madre ni mis hermanas la vieran. Puse la caja en un estante vacío de una pequeña biblioteca que tenia en el cuarto. Y puse la silla a su lado. Cabe destacar, que aunque mis amigos me preguntaron si algo me había pasado les mentí descaradamente sin mencionarles que Daphne estaba en mi casa.

Durante algún tiempo, en mi casa nadie supo de la muñeca, hasta que mi hermana la vio al entrar al cuarto, al verla supuestamente la muñeca volteo a verla, cosas similares supuestamente le pasaron a mi madre y a mi hermanita menor. Pero como nunca vi que esas cosas pasaran conmigo trate de no prestarle atención. Mientras tanto en la Universidad no era raro escuchar a Alejandro echándole la culpa a Alyse por todas las cosas malas que le pasaran. Cosa que aun hoy en día es motivo de auto burlas y bromas hacia él.

De aquí en adelante en retrospectiva, la historia se pone un tanto mas extraña. Había generado un extraño habito, al levantarme sacaba a la muñeca de su caja y la sentaba en su silla, y al dormir la ponía de nuevo en su caja de madera, al llegar a casa mientras me desvestía en mi cuarto le contaba lo que había hecho. Se había ya convertido en rutina para mí hacer eso. Que aun hoy lo sigo haciendo, ya habiéndome mudado, vivido solo y acompañado.

Pero no solo eso ha pasado, cuando cumplí 19 años mi Padre decidió dejar que me quedara en su apartamento de soltero, en el que actualmente vivo, por quedarme mas cerca de la universidad, Para ese entonces me había convertido en el novio de Sofía una de mis amigas de siempre de la universidad, que aunque ya no estudiábamos juntos (ambos habíamos cambiado de carrera), seguíamos en contacto. Al tener ya un apartamento medianamente propio decidimos no vivir juntos, pero si pasar varias noches juntos por obvias razones, y por la facilidad de no tener que buscarla para llevarla a la universidad.

Ella ya conocía a Daphne, pero no conocía mis extrañas costumbres de hablarle cuando regresaba, ni que la acostaba a “dormir” todas las noches, la cosa es que al poco tiempo empezó a agarrarle un terror a la muñeca pues decía que podía verla en las noches cuando se despertaba para ir al baño. Un día intento botarla sin decirme nada, pero encontré la caja cuando estaba regresando a la casa, en el lugar donde se pone la basura para que la recoja el camión, ese día discutimos por mucho rato y decidí, que en beneficio de la relación lo mejor seria sacar a Daphne del cuarto y ponerla en el cuarto de servicio, que yo había amueblado para ser algo así como un cuarto de estudios y de reuniones, donde generalmente me reúno con mis amigos a jugar videojuegos o a estudiar según sea el caso. El meollo del asunto es que durante varios días cuando llegábamos a casa encontrábamos a Daphne en mi cama de mi cuarto mirando hacia la puerta. Sofía cada vez mas cansada decidió agarrar a la muñeca y la tiro en el cuarto de la cocina. Después de eso cosas raras según Sofía empezaron a pasarle, le habían rallado el carro, su madre se había resbalado por las escaleras, su carro se descompuso. Lo peor paso un tiempo después cuando me despertó un grito en que provenía del pasillo fuera de la habitación, al salir encontré a Sofía en el suelo llorando y diciendo que algo la había alado del cabello y arrastrado hasta allí, buscamos por todo el apartamento pero no encontrando nada, al entrar en la habitación donde estaba Daphne la vimos sentada en su silla, cosa rara, recuerdo perfectamente que ese día al terminar de usar jugar videojuegos la había acostado antes de salir, Sofia me dijo que era esa maldita muñeca que estaba molesta desde que la había tirado en esa habitación, yo tipo en broma y tipo en serio, recordando las cosas que le pasaron y de vez en cuando le seguían pasando a Alejandro, le recomendé que se disculpara con Daphne. Así lo hizo y al parecer las cosas terminaron allí.

Después de eso nada raro ha pasado, hace 1 año y medio ella se mudo con su familia a Argentina, y he perdido bastante el contacto con ella, pero escribiendo este relato me dan ganas de escribirle y aclarar unas cuantas dudas que aun conservo.

Yo por mi parte regrese a Daphne a mi cuarto y empecé a salir con Viviana mi actual arrejunte (no se como describir nuestra relación actual realmente, pues aunque no somos novios, no nos permitimos salir con otras personas en plan de cita)al cual parece gustarle mucho la muñeca pues le encanta cepillarle el cabello y cuando llegamos ella saluda a la “pequeña Daphne”. Lo gracioso del asunto es que en diciembre del año pasado (diciembre del 2011), hicimos una celebración mis compañeros de clase en mi caso y Alejandro vio a Daphne al entrar a mi cuarto a usar el baño y se rio sonoramente. Seguimos disfrutando de la reunión hasta que todos se fueron quedando solo Alejandro, Víctor (también uno de los que fue a la playa) y su novia, Viviana y yo. En ese momento empezamos a hablar de los viejos tiempos y Alejandro le dijo algo en secreto a Víctor, el cual se rio. Alejandro se paro y fue a buscar a Daphne. Yo extrañado, pero un tanto bebido no les preste atención y nos pusimos a hablar sobre esa vez que fuimos a la playa, lo que ellos me contaron me hizo querer matarlos pero al final me dio gracia por lo elaborado que fue su plan.


Daphne era una muñeca junto a otras 6 que la madre de Víctor había comprado hacia ya varios años, mas de 10 según dijo, pero que al final había decidido botarlas por ya no tener espacio en la casa, Alejandro se había enterado de eso y sabiendo el miedo que generan esas muñecas decidió que por que no le hacían una broma a la gente. Ese fin de semana que fuimos a la playa decidieron poner en marcha la broma, por eso Alejandro nos conto del correo. Luego simplemente redactaron un correo y me lo enviaron a mí y a varios de los que habíamos estado en la playa. Al parecer fui el único que decidió borrar el correo por que según dice Víctor hasta mi hermana lo renvió. Luego al día siguiente cuando me conto lo del perro estaba mintiendo, en realidad el perro de su madre había muerto varios días antes, pero que se les ocurrió usar esa muerte para agregarle misticismo a su relato y generarnos miedo. Lo demás fue simple según ellos, le contaron su plan a mi hermana quien les ayudo dejándoles entrar al edificio donde vivía, para que pusieran la muñeca, las llamadas la hicieron desde el celular del padre de Alejandro que tenia ese servicio para evitar mostrar su numero, y la que me llamaba era la primita de este a la cual nunca he conocido. Ya con esto la primera parte de la broma estaba hecha, el resto fue cosa de Alejandro, que siguió con la pantomima de la maldición. Pero después de unos meses quedo como en broma, y como según ellos yo nunca demostré ninguna reacción la broma perdió gracia y se olvidaron de ella, hasta que ese día vieron a Daphne. Poco después el 24 de diciembre Alejandro me regalo las muñecas que tenia, las otras 6, pues me dijo que le dio tanta gracia que conservara a Daphne, que era mejor que las hermanas estuvieran juntas, y no guardadas en el maletero de su edificio.


Actualmente tengo alas 7 muñecas aunque solo Daphne esta en mi cuarto, las otras están en el cuarto de la cocina, y aunque no me dan miedo, no me siento cómodo con ellas. Sin embargo creo que las conservare, pues aunque no soy un experto en calcular el valor de artesanías de ningún tipo, pienso que algún tipo de valor han de tener. La única duda que me queda es si ellos le pidieron ayuda a Sofia, y todos los problemas que tuvimos fueron actuados o no. Pero por suerte no es algo que me preocupe mucho, pues ella siempre fue bromista y lo mas seguro es que los ayudara en su broma.
La Fabrica De Muñecas

Hace ya unos 6 años entre en la Universidad. Como es normal, al poco tiempo me hice de un grupo de amigos que se convirtieron, en su mayoría, en mis mejores amigos, y con los que actualmente sigo estudiando, o al menos en contacto.

Poco después de terminar el primer semestre, obviamente habíamos reprobado la mayoría de las asignaturas. Pero como broma y recompensa a nuestros “esfuerzos” decidimos irnos a la playa nuestro grupo y mi hermana Andrea y 2 amigas de ella. Durante esa semana que estuvimos allí, llovió varios días, lo que nos obligaba a quedarnos en el apartamento y solo ver películas, de las cuales destacaban las de terror o suspenso, ya que tanto yo como mi hermana somos fanáticos de estos géneros. Ya al tercer día habíamos terminado de ver todas las películas interesantes, así que al final nos pusimos a contar historias de terror, las cuales al final terminaban dando risa por distintas razones, hasta que Alejandro decidió contarnos que hace poco había recibido un e-mail que supuestamente había redactado una muñeca, de esas de porcelana que por alguna razón siempre me han asustado, la cuestión es que dijo que aun tenia el correo por que le pareció gracioso era una de esas famosas cadenas maldición. El tema no paso a mayores y buscamos la manera de disfrutar lo que nos quedaban de vacaciones.

Ya cuando empezamos el segundo semestre, el tema había sido olvidado completamente, hasta que, un domingo revisando el correo encuentro un e-mail de Alejandro, era el ya olvidado correo de las muñecas, fue un tanto cómico realmente, hablaba de 7 muñecas hermanas y que estas estaban buscando a alguien que las cuidara, que si no tenias el tiempo para hacerlo, le renviaras el correo a 7 amigos para ver si alguno de ellos quería cuidar a alguna de ellas, si decidías no enviarlos, una de ellas te visitaría en 7 días esperando encontrar cobijo en tu casa, que si no la recibías bajo tu techo, te atormentarían por negarle refugio. Al final había unas cuantas palabras de mi amigo diciendo que era real y bueno palabras para mí y para a quienes se las habían enviado. Al final, como hago con todas las cadenas borre el correo y me olvide del asunto.

Al día siguiente Alejandro me conto que, había tenido días recibiendo llamadas a su celular diciéndole que preparara un lugar especial, pues Alysa lo visitaría, que al principio lo tomo como una broma, hasta que el sábado, las llamadas se pusieron peores, al principio lo llamaban una ves cada día, pero ese sábado lo llamaron 1 ves cada hora, diciéndole algo así como

Cuando el lapso se cumplió tocaron la puerta de su casa y al abrirla vio una pequeña caja con una muñeca dentro. Alejandro, supuestamente asustado cerro la puerta y se fue a dormir. Al día siguiente ni rastro de su muñeca, pero una noticia le hizo recordar a Alysa. El perro de su madre, que aunque estaba viejo gozaba de buena salud, había amanecido enfermo, le dio tiempo de llevarlo al veterinario que le dijo que ya era muy viejo y ya era su hora, decidieron ponerlo a dormir. Por alguna razón no podía quitarse la idea de que era culpa de la muñeca y que por eso decidió enviarnos el correo.

Paso cerca de una semana y nada extraño me había ocurrido, salvo algunos pequeños accidentes que le sucedieron a Alejandro, cosas estúpidas como sentarse en un banco mojado, o que lo asaltaran (cosa que es muy común en mi país). Hasta que el viernes choco su auto por suerte nada grave para el, pero el coche se dio como perdido. El por su parte seguía con la paja de que estaba maldito, que era Alysa y ese tipo de tonterías.

Cuando llego el domingo las cosas empezaron a ponerse raro, me llamaron al celular de un número privado, de esos que no te dejan ver el numero del que te llama, al atender una voz de niña me dijo:

-Gracias por invitarme, en 7 días llegare a tu casa, es Daphne.


Realmente me asuste, pero decidí no comentarle nada a mis amigos pensando que era una broma, pero las llamadas seguían llegando todos los días. Cuando por fin llego el domingo, las llamadas empeoraron como me había contado Alejandro. Ya a la última hora, recibía una llamada cada 10 minutos de la supuesta muñeca diciéndome que estaba por llegar que estaba por alguna zona conocida cerca de mi casa.  Cuando el lapso se cumplió el timbre de mi casa sonó, al abrir la puerta y baje la vista allí estaba, la muñeca Daphne, en su pequeña caja de madera. He de confesar que en ese momento estaba ya bastante asustado, y por miedo o no se por qué razón, decidí tomar la caja y llevarla dentro de la casa.

Ya dentro de la casa, decidí sacar la muñeca para revisarla, por alguna extraña razón, quizás por que era exquisitamente detallada, no me dio miedo como suelen hacerlo las muñecas de este estilo, dentro de la caja tenia una pequeña placa dorada con su nombre “Daphne”, así como  una pequeña silla plegable de madera, decidí ponerla en mi cuarto, para que ni mi madre ni mis hermanas la vieran. Puse la caja en un estante vacío de una pequeña biblioteca que tenia en el cuarto. Y puse la silla a su lado. Cabe destacar, que aunque mis amigos me preguntaron si algo me había pasado les mentí descaradamente sin mencionarles que Daphne estaba en mi casa.

Durante algún tiempo, en mi casa nadie supo de la muñeca, hasta que mi hermana la vio al entrar al cuarto, al verla supuestamente la muñeca volteo a verla, cosas similares supuestamente le pasaron a mi madre y a mi hermanita menor. Pero como nunca vi que esas cosas pasaran conmigo trate de no prestarle atención. Mientras tanto en la Universidad no era raro escuchar a Alejandro echándole la culpa a Alyse  por todas las cosas malas que le pasaran. Cosa que aun hoy en día es motivo de auto burlas y bromas hacia él.

De aquí en adelante en retrospectiva, la historia se pone un tanto mas extraña. Había generado un extraño habito, al levantarme sacaba a la muñeca de su caja y la sentaba en su silla, y al dormir la ponía de nuevo en su caja de madera, al llegar a casa mientras me desvestía en mi cuarto le contaba lo que había hecho. Se había ya convertido en rutina para mí hacer eso. Que aun hoy lo sigo haciendo, ya habiéndome mudado, vivido solo y acompañado.

Pero no solo eso ha pasado, cuando cumplí 19 años mi Padre decidió dejar que me quedara en su apartamento de soltero, en el que actualmente vivo, por quedarme mas cerca de la universidad, Para ese entonces me había convertido en el novio de Sofía una de mis amigas de siempre de la universidad, que aunque ya no estudiábamos juntos (ambos habíamos cambiado de carrera), seguíamos en contacto. Al tener ya un apartamento medianamente propio decidimos no vivir juntos, pero si pasar varias noches juntos por obvias razones, y por la facilidad de no tener que buscarla para llevarla a la universidad.

Ella ya conocía a Daphne, pero no conocía mis extrañas costumbres de hablarle cuando regresaba, ni que la acostaba a “dormir” todas las noches, la cosa es que al poco tiempo empezó a agarrarle un terror a la muñeca pues decía que podía verla en las noches cuando se despertaba para ir al baño. Un día intento botarla sin decirme nada, pero encontré la caja cuando estaba regresando a la casa, en el lugar donde se pone la basura para que la recoja el camión, ese día discutimos por mucho rato y decidí, que en beneficio de la relación lo mejor seria sacar a Daphne del cuarto y ponerla en el cuarto de servicio, que yo había amueblado para ser algo así como un cuarto de estudios y de reuniones, donde generalmente me reúno con mis amigos a jugar videojuegos o a estudiar según sea el caso. El meollo del asunto es que durante varios días cuando llegábamos a casa encontrábamos a Daphne en mi cama de mi cuarto mirando hacia la puerta. Sofía cada vez mas cansada decidió agarrar a la muñeca y la tiro en el cuarto de la cocina. Después de eso cosas raras según Sofía empezaron a pasarle, le habían rallado el carro, su madre se había resbalado por las escaleras, su carro se descompuso. Lo peor paso un tiempo después cuando me despertó un grito en que provenía del pasillo fuera de la habitación, al salir encontré a Sofía en el suelo llorando y diciendo que algo la había alado del cabello y arrastrado hasta allí, buscamos por todo el apartamento pero no encontrando nada, al entrar en la habitación donde estaba Daphne la vimos sentada en su silla, cosa rara, recuerdo perfectamente que ese día al terminar de usar jugar videojuegos la había acostado antes de salir, Sofia me dijo que era esa maldita muñeca que estaba molesta desde que la había tirado en esa habitación, yo tipo en broma y tipo en serio, recordando las cosas que le pasaron y de vez en cuando le seguían pasando a Alejandro, le recomendé que se disculpara con Daphne. Así lo hizo y al parecer las cosas terminaron allí.

Después de eso nada raro ha pasado, hace 1 año y medio ella se mudo con su familia a Argentina, y he perdido bastante el contacto con ella, pero escribiendo este relato me dan ganas de escribirle y aclarar unas cuantas dudas que aun conservo.

Yo por mi parte regrese a  Daphne a mi cuarto y empecé a salir con Viviana mi actual arrejunte (no se como describir nuestra relación actual realmente, pues aunque no somos novios, no nos permitimos salir con otras personas en plan de cita)al cual parece gustarle mucho la muñeca pues le encanta cepillarle el cabello y cuando llegamos ella saluda a la “pequeña Daphne”. Lo gracioso del asunto es que en diciembre del año pasado (diciembre del 2011), hicimos una celebración mis compañeros de clase en mi caso y Alejandro vio a Daphne al entrar a mi cuarto a usar el baño y se rio sonoramente. Seguimos disfrutando de la reunión hasta que todos se fueron quedando solo Alejandro, Víctor (también uno de los que fue a la playa) y su novia, Viviana y yo. En ese momento empezamos a hablar de los viejos tiempos y Alejandro le dijo algo en secreto a Víctor, el cual se rio. Alejandro se paro y fue a buscar a Daphne. Yo extrañado, pero un tanto bebido no les preste atención y nos pusimos a hablar sobre esa vez que fuimos a la playa, lo que ellos me contaron me hizo querer matarlos pero al final me dio gracia por lo elaborado que fue su plan.


Daphne era una muñeca junto a otras 6 que la madre de Víctor había comprado hacia ya varios años, mas de 10 según dijo, pero que al final había decidido botarlas por ya no tener espacio en la casa, Alejandro se había enterado de eso y sabiendo el miedo que generan esas muñecas decidió que por que no le hacían una broma a la gente. Ese fin de semana que fuimos a la playa decidieron poner en marcha la broma, por eso Alejandro nos conto del correo. Luego simplemente redactaron un correo y me lo enviaron a mí y a varios de los que habíamos estado en la playa. Al parecer fui el único que decidió borrar el correo por que según dice Víctor hasta mi hermana lo renvió. Luego al día siguiente cuando me conto lo del perro estaba mintiendo, en realidad el perro de su madre había muerto varios días antes, pero que se les ocurrió usar esa muerte para agregarle misticismo a su relato y generarnos miedo. Lo demás fue simple según ellos, le contaron su plan a mi hermana quien les ayudo dejándoles entrar al edificio donde vivía, para que pusieran la muñeca, las llamadas la hicieron desde el celular del padre de Alejandro que tenia ese servicio para evitar mostrar su numero, y la que me llamaba era la primita de este a la cual nunca he conocido. Ya con esto la primera parte de la broma estaba hecha, el resto fue cosa de Alejandro, que siguió con la pantomima de la maldición. Pero después de unos meses quedo como en broma, y como según ellos yo nunca demostré ninguna reacción la broma perdió gracia y se olvidaron de ella, hasta que ese día vieron a Daphne. Poco después el 24 de diciembre Alejandro me regalo las muñecas que tenia, las otras 6, pues me  dijo que le dio tanta gracia que conservara a Daphne, que era mejor que las hermanas estuvieran juntas, y no guardadas en el maletero de su edificio.


Actualmente tengo alas 7 muñecas aunque solo Daphne esta en mi cuarto, las otras están en el cuarto de la cocina, y aunque no me dan miedo, no me siento cómodo con ellas. Sin embargo creo que las conservare, pues aunque no soy un experto en calcular el valor de artesanías de ningún tipo, pienso que algún tipo de valor han de tener. La única duda que me queda es si ellos le pidieron ayuda a Sofia, y todos los problemas que tuvimos fueron actuados o no. Pero por suerte no es algo que me preocupe mucho, pues ella siempre fue bromista y lo mas seguro es que los ayudara en su broma.